jueves, 5 de mayo de 2022

MUISCAS


¡BIENVENIDOS!

Somos el grupo Mwɨhɨka Nymmy que se traduce como los 4 jaguares, queremos que se aventuren en una cultura increible como la Muisca, que a través de su historia deja grandes enseñanzas y muchas ganas de aprender a fondo sobre ella.


Esperamos disfruten el contenido:

Cosmovisión

Los adornos que usaban los caciques les conferían atributos de autoridad y saber religioso para obtener la obediencia de su gente. Según consta en documentos de archivos coloniales de 1574, cuando los caciques ordenaban algo a los comuneros “…les envían a llamar con sus pregoneros y les envían sus orejeras y mantas y sombreros por señal”. La vida de los chibchas estaba imbuida de preceptos religiosos que determinaban normas de convivencia con la sociedad y la naturaleza. Los sacerdotes, llamados jeques, presidían los rituales, curaban a los enfermos y por medio de las ofrendas y sacrificios reestablecían el equilibrio del universo.

Personas, aves y felinos eran representados en bandejas para inhalar el yopo. Con este alucinógeno los jeques alcanzaban estados alternos de conciencia durante los cuales se comunicaban con diversos seres míticos.



Miles de figuras votivas se elaboraron en oro, cobre, tumbaga, madera, piedra y arcilla. Es posible que sus diferentes características fueran controladas para obtener objetos cuyos significados se relacionaran con la intención de la ofrenda en lagunas, cuevas y campos de cultivo. Las figuras votivas forman un mundo en miniatura poblado por hombres, mujeres, seres asexuados y escenas, más una multitud de animales y objetos cotidianos. La mayor parte de las figuras votivas se ofrendaron en conjuntos. Los sacerdotes colocaban las piezas dentro de recipientes cerámicos de diversas formas: humana, animal, fálica o de bohío.





Arquitectura

Las casas de los muiscas, llamadas bohíos o malokas, eran estructuras circulares hechas de postes de madera y paredes de arcilla, con un techo de junco cónico. Una larga columna de madera sostenía el techo en el centro de la estructura redonda y estaba unida a los postes de madera. La forma en la cual se disponen la entrada y la salida de un templo, corresponden al amanecer y al ocaso del sol. En la cultura Muisca existen varios tipos de casas ceremoniales, cada una de ellas tiene una alineación astronómica diferente y guarda una cercana relación con los sitios sagrados naturales, como las diferentes lagunas de la región, en especial la fastuosa laguna de Guatavita.



Otro lugar sagrado es el ‘Templo del sol’, cuya edificación original fue devastada por un incendio en los tiempos de la Conquista Española.

En otras palabras, la arquitectura muisca se basó en edificaciones ‘redondeadas’ con el fin de representar un fenómeno con dirección hacia el sol, mostrando la gran importancia que le tenían al sol.








Importancia de la mujer

Las mujeres han asumido roles que van desde autoridades civiles y políticas, hasta transmisoras de prácticas culturales como la medicina, el cuidado de la familia y la gastronomía. Así, se puede entender que eran multifacéticas con respectos a sus funciones y no representaban una idea femenina estricta sobre estética, si no que más bien contribuían al bienestar desde lo más esencial.

 


Además, las mujeres eran las principales deidades que se representaban, tomándolas como modelos de superioridad y valentía.

Chía: Es conocida como una de las dos madres principales de la humanidad. Esta era la madre protectora de la diversión, los bailes, la alergia y las artes; era la Luna, consorte o mujer de Zuhé, con quien compartía todo el culto y sacrificios de la nación muisca.

Bachué: Madre primigenia del pueblo Muisca. Fue diosa de fuentes de agua como manantiales y arroyos. Bachué, bella y esbelta, había emergido de la laguna de Iguaque, con un niño pequeño en brazos, se sentó a la orilla de la laguna y espero que su hijo creciera, cuando éste alcanzo la edad suficiente, se casaron y tuvieron muchos hijos: los Muiscas.














Arte y Tecnología

Si nos preguntamos por Tecnología tal vez nos imaginamos aparatos modernos como celulares, computadores, televisores, etc. No obstante, la tecnología son todos los procesos, sistemas y artefactos con los cuales el ser humano prioriza y facilita su trabajo. En este sentido los muiscas usaban tecnología en todo aquello que necesitara de un proceso, un sistema y un medio material (artefacto) con el cual pudieran ejercer dichas acciones en campos en donde hubiera beneficio común.

Agricultura: Emplearon el azadón, la coa de macana y el sistema de roza. Además, hay evidencias del uso de canales de riego y terrazas.


Textilería: La industria del tejido tenía para los indios una importancia extraordinaria. Para decorarles usaban como colorantes numerosas plantas. También utilizaron los colorantes de origen mineral o especie de barro a base de tierras de colores.


Arquitectura: Los muiscas construían sus casas utilizando como principal material la caña y el barro para hacer las tapias llamadas bahareque.





Economía

Hacia 1500 la economía estaba basada en la agricultura, la explotación de sal y esmeraldas y la producción de hojas de coca, cerámica y orfebrería. Estos productos se intercambiaban o eran acumulados por los caciques para sostener a la gente en épocas de crisis.



Los pueblos agrícolas calculaban la época de siembras y cosechas mediante la observación del movimiento de los astros. En la región se construyeron alineamientos y círculos de columnas y de bloques de piedra que sirvieron como observatorios astronómicos. Los orfebres fundieron piezas idénticas en oro y cobre, mediante el uso de matrices de piedra que permitían hacer los modelos de cera en serie.






El algodón y el fique eran hilados con husos impulsados por volantes de piedra grabados, y con los hilos se fabricaban mantas, gorros, diademas, mochilas y redes. Estos eran tejidos y decorados con pintura. En telares de madera se tejieron gran cantidad de mantas grandes y pequeñas, sencillas y pintadas, burdas y finas. Su valor era tal que se usaron para regalar a los caciques y para envolver los cuerpos momificados de los difuntos importantes.








Organización Social y Política

Precolombina: 
Los Muiscas contaban con una organización política y social bien determinada en la que la cabeza principal del cacique era bicéfala y representada en el Zipa y el Zaque, luego de ellos aparecía la figura del Usaque, luego sacerdotes, guerreros y el pueblo con sus marcadas actividades económicas como agricultores, alfareros, orfebres, tejedores y comerciantes; estos últimos especializados en el intercambio de sal y otros productos mediante el trueque.

A la llegada de los españoles: La llegada de los españoles los indígenas de “Cota” estaban sujetos al señor de “Bogotá” (deletreándolo, ya sea “Vogotá” o “Uogotá” (Broadbent 1974); se diferenciaban de los demás cacicazgos por el dominio de un territorio propio, la existencia de un “cacique” local, varios “capitanes e indios principales” y una comunidad indígena tributaria. Los Muiscas habían conformado cuatro “confederaciones” o “señoríos” o “jefaturas” que los cronistas españoles llamaron “reinos”, independientes entre sí; cada una administrada por un centro político superior, conocido por el nombre del “pueblo” o “cacicazgo” donde tenía asiento: “Bogotá”, al sur del altiplano; “Hunza”, al centro, y “Tundama” e “Iracá”, al norte. Las más importantes eran las confederaciones de "Bogotá", gobernada por un gran “señor” o “zipa” y la de “Hunza”, gobernada por un gran “Zaque”, quienes sostenían un enfrentamiento militar por el predominio territorial.





La base de la organización social muisca era el Clan o familia extensa, emparentadas por vínculos consanguíneos y caracterizado por la exogamia. Los hijos heredaban por línea materna, puesto que pertenecían a la comunidad de su madre.





Ubicación Geografica

Se localizan en los municipios de Cota, Chía, Tenjo, Suba, Engativá, Tocancipá, Ganchacipá y Ubaté, en la región andina central de la cordillera Oriental. Considerando que su mayor población está en la ciudad de Bogotá, éstos se encuentran en los barrios de Suba, Bosa y Engativá.

Según el Censo Dane 2005, de un total nacional de 14.051 indígenas muisca, 5.713 de ellos habitan en la ciudad de Bogotá. Seguido de los municipios de Cota y Chía con 2.410 y 1.843 personas respectivamente y en los contextos urbanos, encontramos 10.243 indígenas muiscas. Ello implica afirmar que viven un proceso de urbanización dadas las condiciones históricas de las migraciones urbanas del campo a la ciudad. En la década de 1980 se experimentan múltiples cambios en el accionar político y social del país, lo que motiva en las organizaciones indígenas urbanas a una lucha por la reivindicación de sus derechos.

Es cuando el discurso del Estado monocultural se transforma en pluriétnico y multicultural, consagrado por la Constitución Política de 1991. En esa perspectiva, comunidades en Bosa y Suba, que se consideraban mestizas y con gran arraigo campesino, irrumpen reclamando con inusitada vitalidad su condición de indígenas pertenecientes al pueblo muisca. Estos permanecen mimetizados bajo el manto de formas culturales mestizas y campesinas que ocupaban los territorios de los antiguos resguardos de Bosa, y El Cerro, en Suba. Dentro de esta dinámica cabe destacar el papel jugado por los situados en El Cerro de Suba, quienes desde el año 1991 empiezan el proceso de recuperación de su identidad y la búsqueda de sus raíces a través de un padrón que habían encontrado.













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